¿Por qué nos inquieta tanto el antiguo Egipto?

No solo el gato es curioso por naturaleza, también el hombre es un animal con deseos de conocimiento intrínsecos.

¿Quién no ha sentido curiosidad al escuchar un ruido detrás de una puerta cerrada, de abrirla y ver qué produce ese ruido, aun teniendo esa pizca de miedo por no conocer qué hay al otro lado?

Por ese mismo motivo muchos aun se preguntan cómo pudieron realizar las maravillosas y ciclópeas construcciones megalíticas
Como los egipcios no dejaron documentos escritos sobre la construcción de sus pirámides, estas han sido motivo de alabanza y extrañeza.

Los informes más antiguos sobre su construcción son de Heródoto, quien contempló la pirámide hacia el 450 a.C. y explicaba, reflejando lo que relataban los sacerdotes egipcios, que se emplearon grandes tablones a modo de poleas para elevar las piedras ya talladas.
Se explica en numerosas ocasiones que las canteras eran numerosas y tallaban las piedras que llegaban a pesar hasta 70 toneladas las más pesadas en la misma cantera, desde donde subirían el Nilo con ellas hasta la necrópolis de Guiza para erigir la Gran Pirámide mediante barcazas.

Ludwig Broachadrt, egiptólogo alemán, en 1928 expuso la teoría de uso de rampas para su construcción, sin embargo otros estudiosos, como Dunham o Rösster, descartaron la teoría de las rampas, opinando que la propia pirámide sirvió de plataforma de trabajo, apoyando los relatos de los sacerdotes egipcios, transcritos por Heródoto.

Necrópolis de Guiza

El arquitecto francés Jean-Pierre Houdin expuso en abril de 2007 la teoría según la cual las piedras de la Gran Pirámide de Guiza fueron transportadas por una rampa exterior tradicional hasta una altura de 45 metros. Desde ahí los bloques eran subidos por otra rampa en espiral, montada en el interior de la propia pirámide. Según Houdin: «el túnel seguiría existiendo hoy en día. Esta hipótesis podría dar veracidad a las narraciones de Heródoto y Plinio el Viejo, reflejando relatos de cámaras subterráneas de la pirámide, siendo quizás la famosa Tumba-isla.

Pero aun hoy hay gente que les sugiere cierto esoterismo y misticismo el que las dimensiones de la Gran Pirámide coincidan con una fracción de la distancia de la tierra al sol y no dudan en atribuir estas construcciones a extraterrestres, atlantes, egipcios anteriores a Keops o a otras culturas o civilizaciones desconocidas.
El hecho de que se encontraran miles de espinas de pescado en las cercanías de la necrópolis a unos les sirvió para reafirmar sus teorías sobre que las construcciones fueran obra de los atlantes.
Otros justifican que era el alimento entregado por los faraones a sus esclavos/trabajadores como paga (su salario), peces extraídos del Nilo o del Mediterráneo.

Que hasta esta fecha aun existan diversas teorías alimenta la curiosidad de la gente por conocer, no solo de qué modo se construyeron, sino esa sensación de estar en un lugar en el que se levantaron construcciones de piedra en el 2600 a.C. que no fueron superadas en altura hasta el 1874 d.C. por la iglesia de San Nikolai (Hamburgo), poco más de 3400 años después.