martes, 13 de agosto de 2013

Alimentar tu mente te hace creativo.

¿Cuántas veces nos quedamos durante horas y horas sin hacer nada, sentados frente al televisor, tragándonos programas que ni siquiera nos gustan y horas de anuncios publicitarios? Y... ¿Para qué nos sirve?

Existen millones de alternativas a la caja tonta, al lavadero de cerebros, a... en fin, a la televisión. Alternativas que nos ayudan a ser más creativos, a tener una agudeza mental mayor, a tener nuestro seso activo, dinámico, y, sobretodo, ayuda a que no se atrofie. ¿De qué se trata? Muy sencillo.

Suena a tópico, pero leer unos 20/30 minutos al día te enriquece, no solo culturalmente, sino que, además, mentalmente te hace más imaginativo, más inventivo, y te ayuda a solucionar problemas o buscar salidas a la monotonía apabullante. Vaya, que te hace ser más interesante.
Hablar de Jules Verne, Leon Tolstoi, Fjodor Dostoyevsky, Virginia Woolf, Max Aub, Paul Auster, Luís de Góngora, Cervantes o William Shakespeare (y hablar de sus obras, claro está), te puede hacer más atractivo/a a ojos del mundo por conocimiento cultural, pero es que además, las obras de estos personajes te hacen viajar sin levantarte del sillón, alimentan tu imaginación y te hacen capaz de tener mejores asociaciones lógico-conectivas.

Si hablamos de habilidad y salud mental, así como una deceleración del envejecimiento de nuestro órgano más importante, ejercitarlo es sin duda lo que mejor le va. ¿Y qué mejor ejercicio que los juegos mentales?
Para mí, hasta la fecha, el juego que mantiene más vivo el cerebro es el ajedrez.
Desde el siglo VI hasta la actualidad, este juego ha sido practicado por muchas de las mentes más brillantes de la tierra. Y sí, ya eran brillantes antes de jugar, pero como personas sabias bien sabían que disfrutando con este juego, además, conseguían mantener en buen nivel su cociente intelectual.

Otros juegos que ayudan a tener una mente sana y activa son los juegos de cálculos, de creación de palabras (Scrabble, o su homónimo español para móviles "letrados"), el Trivial Pursuit (o el "Atríviate"), que ayuda tanto con la agilidad asociativa como con la memoria, juegos nemotécnicos, de emparejar, que sirven tanto para la agudeza visual como para agilizar la memoria y la capacidad lógico/visual. (Vaya, que te ayudan a ser el primero en descubrir que si alguien tiene una mancha de chocolate, es porque se ha comido el donut él, pero hasta en eso puede engañarnos la lógica, pues podría ser que alguien lo manchara con las manos sucias para inculparlo sin que se diera cuenta... [y a esto me refiero con la creatividad lectora...]).

¿Para descansar la mente mientras digiere tanto conocimiento y actividad? Sencillo.
Se puede ir a dar un paseo en bici, o hacer bici de montaña por los tantos bellos caminos que recorren nuestra geografía.
Se puede ir a la piscina, o playa, y así, además, se ejercita el cuerpo y las endorfinas generadas nos hacen estar más a gusto y felices con nosotros y con el mundo.
Se puede cerrar los ojos y escuchar música, echar una siesta, comerse un bocadillo, estar con la pareja (de relax, nada de debatir sobre política exterior, decoración, ética científica, filosofía o conspiraciones de profesores que suspenden a sus alumnos para engrosar las arcas del estado haciéndoles cambiar al grado cuyos créditos son mucho más caros que los de licenciatura o diplomatura)...
Se puede ver las estrellas. Incluso, en este caso, después de haber alimentado bien la mente, sí es posible ver un poquito la tele (aunque es recomendable mejor usar series yonkis para ver películas, las eliges tú y te ahorras pausas publicitarias).

Los caminos para alimentar tu cuerpo y tu mente y acercarte a la felicidad son muy extensos, elige uno, ponte en marcha y deja de enmohecer tus posaderas. No hay excusa. Te sentirás mejor.

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