miércoles, 21 de agosto de 2013

El espacio se funde con el tiempo.

Vivimos en un mundo en el que la distancia que nos separa dejó de contarse en kilómetros para ser contada por horas o días.

No nos separa la distancia, no estamos a 673 Km. de distancia en línea recta, 856 Km. por carretera... Estamos a 12 días de vernos o a 7 horas y 45 minutos en coche.

Y aun estando en la otra punta del mundo, uno se siente muy cercano gracias a las nuevas tecnologías que nos hace tan fácil el comunicarnos y el mantener el contacto.
Sin duda la barrera del espacio se ha superado completamente y se ha visto suplida por la barrera del tiempo. Si en menos de un día podemos estar en cualquier punto de este mundo, por más recóndido que sea, es el tiempo el que se interpone entre dos personas que quieren verse.

Se borran las curvas cartesianas para que se dibuje una única línea recta sobre un mismo plano representada por el espacio y el tiempo. De ese modo, se puede estar en el mismo lugar en dos segundos distintos, pero no se puede estar en dos lugares distintos en el mismo segundo. Es el tiempo el que separa, el que alarga la distancia, porque no se detiene, y cuanto más lento pasa, más lejana hace la distancia.

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