domingo, 27 de mayo de 2018

Ni la carretera es un juego ni el coche un juguete

Cada año mueren en accidentes de tráfico más de 3000 personas en España. Una cifra muy a tener en cuenta ya que solo 13 causas internas a nuestro organismo (enfermedades, trastornos o insuficiencias) están por delante de esta causa mortal externa.

Con la entrada en vigor del carné por puntos y las continuas y variadas advertencias de la DGT mediante duros anuncios publicitarios y otros tantos mecanismos, controles de alcoholemia, etc. parecía que la cifra iba a reducirse, pero no es así.

Se supone que todo el que conduce un vehículo es porque se ha sacado el permiso para hacerlo (o casi todo el mundo, farruquitos aparte), conoce las normas de circulación y sabe que, con lluvia hay que moderar la velocidad y la distancia de seguridad entre vehículos, lo mismo que con niebla o conducir de noche. Se supone, también, que los sistemas de seguridad, tanto activos como pasivos, deberían ayudarnos a procurar una conducción más segura, avisos de cambios de carril, limitadores de velocidad... Aun así, las estadísticas nos dicen que seguimos conduciendo mal, sin precaución e importándonos poco la vida de los demás (y la nuestra propia) que comprometemos cada vez que salimos a la calle.

Somos inconscientes, y con la cantinela de "llevo más de 20 años conduciendo"... o "el alcohol no me afecta", salimos a arrasar con todo lo que se nos ponga en medio. La lluvia no es un obstáculo, el vehículo de delante tampoco, es solo un estorbo que debemos rebasar lo antes posible.

¿Nuestros ídolos? Fernando Alonso, Carlos Sainz o Marc Márquez... los imitamos en la forma de conducir sin tener en cuenta que ellos compiten en un circuito cerrado, con medidas de seguridad extremas, y en deportes, en los que no se compromete la vida de nadie más que de los propios pilotos (o como mínimo se trabaja a diario para que así sea). Esas personas, posiblemente fuera de los circuitos sean conductores 10, posiblemente no se salten semáforos, no sobrepasen los 120 kilómetros por hora en las zonas marcadas con ese límite, etc. Pero eso no lo vemos, lo que vemos es "que van como un pepino neeen", nos quedamos con esa idea y salimos a imitarlos, en la carretera, por donde circulan centenares de miles de personas a diario.

El alcohol es otra de las mayores causas de accidentes mortales, junto con el exceso de velocidad. NADIE "controla" habiendo ingerido alcohol. Superman no existe, por lo tanto, tú no eres Superman. (Y de existir seguro que no ingeriría alcohol, con todo lo que tiene que hacer por el mundo). Yo llevo 20 años conduciendo y sé que el alcohol afecta a mi forma de conducir, por lo tanto, nunca bebo alcohol cuando tengo que conducir, y si lo hago, trato de solo beber una cerveza o una copa de vino durante la comida, nada más. Para mí, la única tasa segura de alcohol en sangre cuando se conduce es 0.0, a partir de ahí hacia arriba pasas de temerario a criminal.

Y es ahí donde quiero llegar. No somos conscientes de la responsabilidad que conlleva conducir. Estamos deseando sacarnos el carné para hacer lo que queramos con la moto o el coche, sin importarnos que detrás de cada esquina pueda aparecer un niño corriendo, que en cada carretera secundaria pueda cruzársenos una familia de jabalís, o que en la autopista alcancemos al de delante porque haya tenido que frenar de urgencia por un peligro inminente. No mantenemos la distancia de seguridad (y precisamente está para evitar colisiones por imprevistos). No respetamos los límites de velocidad (provocando que la distancia entre el peligro y nuestra respuesta sea más corta y menos eficaz), no sabemos como comportarnos en caso de accidente (algo que podría salvar alguna que otra vida), no nos apartamos cuando llega una ambulancia (algunos ni la ven ni la oyen)... a diario veo comportamientos negligentes por parte de los conductores que me hace pensar que, o las leyes son muy blandas con los conductores negligentes, temerarios, irresponsables o criminales (que practican una conducción deliberada que pone en peligro la vida de los demás), o que no nos han educado lo suficientemente bien como para respetar tanto a los demás como a nosotros mismos en la carretera.

Quizá fallamos en eso. Coches más potentes, más aerodinámicos, más "guapos", auténticas máquinas que nos hacen sentir los reyes de la carretera y, además, esos anuncios de gente guapa conduciendo de forma entre competitiva y de película que nos atrapa y nos hace creer que si conducimos los mismos coches podremos hacer las mismas gil***lleces... si en el fondo es que somos unos ingenuos.

Este artículo es para todo aquel que conduce, en todo momento. Somos frágiles, todos. Ir a 150 km/h no te hace ser más deseable, te hace ser un criminal en potencia. Conducir habiendo ingerido alcohol no te hace volar, al contrario, podrá hacerte estar bajo tierra. No respetar la distancia de seguridad, con seguridad hará que destroces tu coche, el de delante y que tu seguro infle las cuotas anuales por imprudente. Si llueve y no moderas la velocidad, patinarás hacia la mier**.

Esto ya lo sabes. Ahora debes saber que si no lo pones en práctica puedes convertirte en un asesino más. 3000 víctimas anuales y el contador no se detiene. Depende de nosotros.

¿Crees que al que viajaba en el vehículo de la imagen que verás a continuación le sirvió de mucho tener 4 airbags?

Imagen de ElEconomista.es

viernes, 25 de mayo de 2018

618693010 y otros teléfonos o sistemas spam

Es posible que tanto recientemente como desde ya hace tiempo estéis recibiendo las llamadas de teléfonos que no conocéis. Últimamente proliferan los teléfonos móviles, ya que empezamos a asociar los teléfonos fijos a empresas o compañías.

Bien, pues la mayoría de esos teléfonos desconocidos que empiezan a ser teléfonos móviles son teléfonos de compañías subcontratadas por otras compañías para realizar campañas agresivas con falsas ofertas que acostumbran a encubrir sobrecostes en facturas, contrataciones de servicios no deseados, pagos a terceros, aumento de tarifación, etc. todo ello encubierto en suculentas ofertas trampa.

¿Acaso has sido tú quien has llamado para que te hagan una rebaja? ¿Acaso te interesa seguir en una compañía que te está sacando la sangre y que a la mínima que puede te añade servicios y sobrecostes sin venir a cuento? No, claro que no. La única forma que tienen ellos de cobrarte más de forma "legal" es que tú estés de acuerdo. Y la única forma de que estés de acuerdo es ocultándote la verdad detrás de una suculenta oferta por fidelización, por pasarte a la tarifa libre, o cualquier otra historia que oculta sobrecostes en letra pequeña, en comisiones, servicios, tasas o impuestos que no acabas de entender (ni entenderás nunca porque ni te los explicarán, ni vienen definidos en ningún lugar, o si es así, es de una forma que o te buscas un abogado que descifre la legalidad de lo que dice esa letra pequeña, o te la están metiendo doblada).

Para lavarse las manos, las grandes empresas contratan empresas especializadas en campañas agresivas, en España, por ejemplo, existe Avarto Bertelsmann (perteneciente al grupo Bertelsmann, afín al nacionalsocialismo de la Alemania nazi [ https://es.wikipedia.org/wiki/Bertelsmann ], entre otros, que cubre Gas Natural. Estuve en un proceso de selección para dicha empresa y para ese cliente específicamente. Por suerte no lo pasé (les hice preguntas incómodas como "¿cuando se publica que se tiene las facturaciones más bajas del mercado en los diarios o la televisión, no se hace a propósito, bajando la tarifación durante uno o dos meses, mientras dura el anuncio, para captar clientes, para luego volver a subir la tarifación (de forma drástica debo añadir), fidelizar esos clientes, para que no puedan volver a sus antiguas compañías, y sacar así más beneficio?". Obviamente esa pregunta incomodó, no pudieron negar la realidad y me costó no ser seleccionado. Ahora lo aplaudo.

Bien, pues si estás leyendo esto a raíz de que has recibido una llamada del número 618693010, debes saber que se trata de una posible subcontrata que se identifica con Endesa (comercializadora de Gas Natural, no confundir con distribuidora). El gancho de ahora es "la nueva ley de protección de datos europea". Con ese gancho, intentan pasarte a otras tarifaciones, añadirte otros servicios que, mientras estás parpadeando o preguntándote quién es esa gente que te está llamando, por qué, para qué y qué has hecho tú para merecerlo, te han colado packs plus de fidelización, de seguridad, confort, o llámalo X, que provocarán que por los mismos servicios (o semejantes) te estén inflando la factura a base de bien, sin tú poder rechistar.

¿Cómo actuar frente al acoso de números no deseados?

1.- Escuchar hasta identificar que efectivamente se trata de una oferta gancho, no deseada, etc. contestando "hola?", "ahá", "podría ser", "es posible"... pero evitar decir "sí", sobretodo, evitar decir "sí".

2.- Si te sueltan el rollo "ley de protección de datos..." que no te engañen. Hay millones de canales para comunicarte que las empresas están atadas a tu consentimiento para que te notifiquen cualquier chorrada. Simplemente di "ya recibí el mail, gracias". Acto seguido te dirán que para cualquier oferta etc. puedes llamar al teléfono oficial, te darán las buenas tardes (o días), y colgarás con una sonrisa.

3.- Lo más seguro es que tu smartphone, celular, teléfono móvil (o como quieras llamarlo), tiene un apartado de "rechazar llamadas". Búscalo, encuéntralo, y rechaza todos los números que no desees que contacten contigo. Yo, por ejemplo, tengo a Orange y Endesa capados. ¿Que te atosigan por correo electrónico? Marcas como "correo no deseado" y santas pascuas.

Y ahora, en serio. Despertemos, porque nos están comiendo los tiburones. O nos protegemos con organismos legales como la OCU, la OMIC, amigos abogados, el defensor del pueblo, o similares, o nos tienen pillados con todas las de la ley, por lo tanto:

1.- Antes de firmar, o decir que sí a algo, estar siempre del todo seguro que ese algo es lo que se desea.

2.- Tener claro que las grandes empresas no son ONGs, están forradas de millones, si contactan contigo lo más seguro es que no sea para regalarte parte de su fortuna, sino para seguir agrandándola a tu costa.

Y siempre, mucho ojo. Mejor leer y releer mil veces todo lo que te ofrecen antes de firmar. No hay prisa, no para ti, ellos tendrán muchísima, tú no tengas prisa nunca. Y recuerda, este número es uno entre tantos. Estate alerta y no aceptes lo primero que te ofrezcan.

Imagen de la película "teléfono del infierno".