jueves, 7 de mayo de 2015

Ficciones (6): Como pluma al viento.

A las ocho vino. Yo le estaba preparando una buena cena, con velas y rosas y todo, con una ropa de noche sensual y provocativa bajo mi ropa de andar por casa, mientras esperaba que me diera esa gran noticia que quería darme...

A la vez que cocinaba, brindábamos con un rosado espumoso sin tener muy claro aun por qué lo estábamos haciendo... hasta que de pronto me lo lanzó:
- Me han ascendido Noe, soy el encargado de la sección.-
Aquello... no era lo que esperaba oír. No es que fuera malo, no, todo lo contrario. A pesar que tuviera más miedo de que más miradas y admiración fueran levantadas, sin hablar de Mar, pululando a su alrededor, la noticia era increíble. Mi amado Víctor nuestro jefe, qué bien sonaba eso... a decir verdad me sentía excitada. ¡Y sí, se lo merecía! Ha estado trabajando duro para lograr ese ascenso. Esta noche iba a ser su noche, y yo me encargaría de que así fuera.

Pero al día siguiente no me esperó para ir juntos al trabajo. Con la excusa de adelantar faena, que tenía mucha, se escabulló y, de nuevo, volveríamos a ser simples compañeros en la editorial, o aun peor, empleada y superior...

Los días siguientes vería como su atención iba desviándose de mí y cómo iba obsequiando a Mar con su humor ácido y sarcástico. Estoy casi convencida de que le gusta. A pesar de todo siempre logra calmarme con algún gesto o palabra que únicamente me dedica a mí.

Me fue diciendo que iba a proponer a Felipe cambios, cambios especialmente en nuestra sección. Se trataba, básicamente, de ahorrarse una persona, ya que el trabajo en formato físico, no en archivos informáticos, iba disminuyendo y el otro trabajo podríamos ir desempeñándolo en casa, con más comodidad y cobrando más por ello.

Su propuesta me gustaba mucho... quizá podría insinuarle que podría traerse trabajo a mi casa y así, poco a poco, hacer que se fuera quedando... cada día un poco más... hasta que ya no se fuera. Para ello tenía que echar a Pedro de la editorial. La idea no me parecía mala, a pesar de que no tuviera nada en contra de Butler, menos que es raro. Pero quería estar al lado de mi coordinador editorial... así que Pedro me estorbaba, porque le estorbaba a Víctor.

Cuando le proponga a Felipe la reestructuración, quiero estar presente para decirle que estoy totalmente de acuerdo con la medida. ¡Cuánto dinero podríamos llegar a ganar los dos juntos! Quién sabe si más adelante pudiéramos abrir nuestra propia editorial y pasar más tiempo juntos... sin Mar pululando.

Puede que parezca una sombra ondeante eclipsada por el radiante carisma de todos y cada uno de los trabajadores de nuestra editorial, pero esta sombra ondeante sabe bien tras de qué elemento refugiarse cuando el sol atice con fuerza para no sentir su abrasador calor quemarle las entrañas.

Bajo la sombra de Víctor me levantaré reclamando mi puesto de princesa sin corona. La furia de los titanes aplasta a los malaventurados. Primero caerá Pedro, pero Mar será la siguiente.

Pantano, paisaje correspondiente a Noe.


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