domingo, 3 de julio de 2016

Yo también soy Irak. (y Turquía, y Bangladesh, y Siria...)

A muchos les chocará leer el título de este último post. Y es normal, tenemos la desgracia de asociar estos países con el terrorismo. Sin embargo, obviamos que estos países son los que más ataques terroristas padecen desde años, en los que miles de inocentes mueren cada año, y nos centramos en las víctimas de los países de más alcance mediático.

A los hechos me remito:
Después de los terribles atentados de París en noviembre del 2015, el mundo occidental pareció movilizarse en repudia del terrorismo y en compasión hacia todo el país europeo en cuya capital murieron 137 personas en atentados con detonaciones de bombas y tiroteos de ametralladoras.

Terrible, sin duda. Facebook se llenó de banderas francesas en los perfiles de la gente como simpatía y solidaridad con el pueblo francés. Todo el mundo mostraba su apoyo a los franceses y en especial a las familias de las víctimas de aquel atentado con mensajes e imágenes.

Cuatro meses después los terroristas atentaron en el aeropuerto de Bruselas. Otra capital europea salpicada con sangre y muerte por el terrorismo del DAESH (o ISIS). De nuevo los medios de comunicación haciendo un amplio seguimiento del suceso mientras van contando las víctimas por minutos. Y, de nuevo, Facebook repleto de banderas belgas en apoyo al país europeo.

Pero, ¿qué ocurre cuando los atentados terroristas se perpetran fuera de la unión europea o de los Estados Unidos de América?

Hace cuatro días hubo un atentado en el aeropuerto de Atatürk en Estambul, Turquía. Murieron 42 personas, una más que en Bruselas, y los heridos se duplicaban. Ningún perfil aparecía en Facebook con la bandera turca ni mensajes de apoyo al pueblo turco que sufrió los atentados.

Hace dos días, atentado en Bangladesh. Veinte muertos. Apenas sólo 1 comentario aparecía en Facebook. Los medios de comunicación apenas se hacían eco y Europa continuaba durmiendo tranquila.

Hoy, atentado en Bagdad, capital de Irak. Un camión bomba estallaba en una concurrida zona comercial dejando 120 muertos (y se siguen sumando) y 130 heridos. ¿El resultado en Facebook? Nadie con consignas como "Yo soy Irak" en semejanza a las que la mayoría usó el año pasado para dar apoyo al pueblo francés. Los medios de comunicación se limitan a contar los muertos mientras ignoran el miedo y sufrimiento de las víctimas que han vivido esa masacre y que viven con la angustia de padecer otros atentados cada mes en su ciudad.

No acabo de entender el comportamiento de la gente. Si un país europeo sufre un atentado todos parecen sentirse consternados y sacan a relucir banderitas y mensajes de apoyo. Pero cuando los atentados los sufren otros países, parecen ser invisibles a los ojos de occidente. Y no me parece justo.

No quiero creer que sea hipocresía de la gente el enarbolar una bandera y proclamar una consigna sobre un tema cuando está en boga de todos al más puro estilo "postureo" (y en este país muchos pecamos de ello), más bien me gustaría considerar la idea de que los medios de comunicación dan una mayor importancia a unos atentados y pasan más por encima de otros. Como España no tiene intereses en países como Turquía, Bangladesh, Irak o Siria... los medios no cubren la noticia como la cubren cuando nuestro país tiene intereses en un país afectado.

Esto se traslada a la sociedad. Automáticamente se graba en la mente de la gente que las vidas de los ciudadanos europeos son más valiosas que los ciudadanos asiáticos. Y eso es una falacia con la que quisiera acabar de una vez.

Según nuestra propia constitución, la del 1978, todas las vidas humanas valen lo mismo. Según nuestra propia naturaleza, todos los humanos somos iguales. Entonces, ¿por qué dar más importancia al que muere en Europa que al que muere en Asia o África? ¿Es que acaso tenemos nosotros más derecho a la vida que ellos?
Rotundamente NO.

Muertos en Europa por el ISIS en los últimos 4 MESES: 178.
Muertos en Irak, Turquía y Bangladesh en los últimos 4 DÍAS: 182.

Creo que es momento de decir ¡Ya basta!
Ya basta de menospreciar a las vidas de los seres humanos de otras regiones pero, sobre todo, ya basta al terrorismo, ocurra donde ocurra.

Desde aquí mi más sentido pésame a los familiares de las víctimas y todo mi apoyo a los pueblos que sufren tanto el terrorismo como la guerra, el hambre y cualquier desgracia semejante. No demos un trato injusto al mismo sufrimiento.


Karrada, en Bagdad, zona del atentado.
(Imagen del huffingtonpost.es)

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