Aunque ha pasado bastante tiempo desde que el grupo yihadista del Estado Islámico de Irak y el Levante, conocido también como ISIS por sus siglas en inglés, emprendiera sus matanzas contra pueblos musulmanes y cristianos (y contra todo aquel que no siguiera sus ideales radicales yihadistas) en el norte de Irak, autoproclamando así un nuevo califato gobernado por Abu Bakr al-Baghdadi, el gobierno de los Estados Unidos lanzó un plan de ofensiva el pasado día 10 de Septiembre al que se han sumado Arabia Saudita, Barhein, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar, Omán, Egipto, Jordania, el Líbano e Irak.
La creación de este grupo disgregado de al-Qaeda desde el 2013 con la intención de dominar todo el territorio musulmán mundial bajo el seguimiento de la Sharia (o ley islámica) desde un punto de vista radical, retrógrada y que atenta contra los Derechos Humanos ha logrado que los grupos enfrentados por las diferentes interpretaciones del Islam y sus portavoces, chiíes, suníes (que engloban el 90% de la población musulmana) y kurdos, se unan contra la amenaza de el grupo del Estado Islámico de Irak y el Levante, al que la mayoría de Estados considera como un grupo terrorista (ya que entre sus prácticas existe la tortura, secuestro y asesinato indiscriminado de población civil).
Tras llevar sus actuaciones a Siria, asesinando a un gran número de civiles, tanto en el norte de Irak como en el este de Siria, el EIIL (ISIS) ha llegado a controlar el paso fronterizo de personas y mercancías entre Jordania, Siria y Turquía, algo que no ha gustado mucho a estos países que han visto su poder amenazado por este grupo insurgente.
Por desgracia, lo que ha movido a los Estados Unidos de América y al resto de países coaliados contra el nuevo califato yihadista no ha sido los crímenes que ha perpetrado contra los Derechos Humanos (que se ven violados constantemente en diferentes frentes abiertos en otras guerras), sino la pérdida de control y poder que muchos países han sufrido, especialmente con el petroleo, la mayor fuente de ingresos del ISIS.
Sea como fuere, la ampliación de la ofensiva contra el ISIS, que no hace mucho trataba de alardear frente al mundo con un arsenal obsoleto de misiles, aviones y ametralladoras de la antigua Unión Soviética, no se está haciendo esperar y es probable que tanto los Estados Unidos de América como la mayor parte de países islámicos del oriente próximo lancen una ofensiva conjunta en los próximos días para acabar con las ideas extremistas de ISIS y capturar a su líder Abu Bakral-Baghdadi.
Cabe decir que la Yihad o guerra santa, aunque muchos la tienen por algo negativo y combativo con violencia y muerte, la realidad es que hay grandes grupos que la interpretan como la forma de expresar con libertad tus ideas religiosas y tratar de convencer o hacer ver que tu postura es la correcta desde el diálogo, la contemplación, el rezo, el seguimiento de tu credo y el respeto, nunca la agresión. No se trata de convencer a la otra postura de que debe seguir la tuya, se trata de que entienda lo que tú ves por correcto, siempre desde el respeto y con el diálogo y ejemplos de buenas acciones, jamás con violencia.
Lamentablemente, como en todo, siempre existen radicalismos y a la hora de entender o interpretar un texto que habla en metáforas, ya sea al-Corán, La Torá y el Tanaj o el nuevo testamento. De ese modo existen grupos de gente que interpreta a su voluntad la religión (que los hay en casi cualquier religión que se tercie) y dan mal nombre a su religión y a su pueblo. Una verdadera lástima, ya que los mensajes más significativos de las religiones hablan de paz, amor y respeto, unos mensajes tan simples que cuesta tanto de entender para la humanidad.
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