domingo, 17 de diciembre de 2017

Toc, toc... (relato corto).

"¡Toc, toc!"- sonó la puerta de entrada al ser golpeada por un puño cerrado.
Era la mujer de John. Él mismo le abrió la puerta.
Al entrar, todo parecía igual, en apariencia nada había cambiado, pero...

John:- ¿No notas nada diferente?-
Karen:- No. ¿A qué te refieres?-
John:- Pues a la mancha.-
Karen:- ¿Qué mancha?-
John:- La de la pared, la que no se iba y que llevaba ahí 3 semanas. Ya no está.-
Karen:- Ah. Vale.-
John:- La he quitado yo.-
Karen:- Vale, gracias.-
John:- Qué bien que me tengas. Sirvo para todo. ¿No soy perfecto?-
Karen:- ¿Qué? ¿Por quitar una mancha?-
John:- Y por arreglar las averías, y por lavar...-
Karen:- Oye, yo también lavo y...-
John:- Ya, pero no es eso. He quitado la mancha...-
Karen:- Bueno, ya te he dado las gracias.-
John:- ¿Y ya está?-
Karen miró a su marido entre cansada y atónita. Si tuvieran que darle una medalla a su marido por cada pequeño logro que conseguía quizá necesitaría todo un museo como vitrina.

Karen:- Estoy cansada, acabo de llegar del trabajo, no sé qué más esperas.-
John:- Bueno, no sé, esa mancha nos estaba haciendo la vida imposible y yo he acabado con ella.-
Karen:- ¿La vida imposible?-
John:- Bueno, afeaba mucho la pared.-
Karen:- Ya... y ya te di las gracias.-
John:- Sí, y... yo hago muchas cosas...-
Karen:- No creo que sea para tanto, solo era una mancha.-
John:- No es la mancha, es todo.-
Karen:- Mira John, acabo de llegar a casa del trabajo, lo último que me apetece es discutir.-
John:- No estamos discutiendo.-
Karen:- Vale... que sí...-

Pasa un rato sin que ninguno de los dos hable. Karen enciende la televisión y empiezan a ver un programa sobre la corrupción en el país.
En él empezaban a explicar las tramas del gobierno para desviar fondos públicos para pagar sus campañas electorales. También hablarían de los paraísos fiscales en los que otros miembros del partido en el poder tenían empresas a su nombre para evitar tributar en el país y cómo los jueces que trataban de investigarlo se retiraban, morían o decían no ver indicios de delito alguno.
Ese fue el momento en el que John volvió a irrumpir:
- Aun no puedo creer que te dé igual que haya quitado la mancha...-
Karen:- Pero si no me da igual, ya te dije que gracias, y no seas pesado que me interesa lo que dicen.-
John:- ¿Prefieres ver la televisión a tener una conversación con tu marido?-
Karen:- Prefiero ver la tele a cualquier cosa ahora mismo.-
John:- ¿Antes que estar en Honolulu?-
Karen:- ... de verdad, quiero escuchar.-
John:- Yo flipo...-
Karen:- Yo sí que estoy flipando.-
John.:- ... nada... quito la mancha y... en fin...-
Entonces sonó el teléfono móvil de John. Era su madre. Salió a la terraza a hablar con ella.

Margaret:- Hijo, ¿qué tal estás?-
John:- Bien, madre. ¿Qué tal tú?-
Margaret:- Bien también. ¿Sabes que la madre de Paquita me ha echo un feo?-
John:- ¿Y eso?-
Margaret:- Pues que voy a pagar mi compra en el súper, y ella ha puesto dos productos suyos en la cinta cuando me estaban a punto de cobrar, se los han pasado y me los han cobrado a mí. Y le digo que me dé el dinero y me dice que tendría que haber estado atenta. Y le digo que estaba despistada cogiendo el dinero y me dice que "pues yo no tengo la culpa" y digo "pues sí la tienes por ponerlos" y dice ella, así, como con... con rabia ¿sabes? qué mala es, dice "pues por no estar atenta ahora lo pagas" y digo yo "pues lo pagas tú, guapa", y dice "por..." ¿sabes? ¿Cómo se pone así, la tía chula, que es una chula, encima, que me quiere colar sus productos?, pues dice "por 1 euro y poco cómo te pones", pues no, es mi dinero y que me cuesta ganarlo. Y que yo si quiero le compro algo cuando quiera, pero no porque ella quiera que yo lo compre. Que no oye...-
John:- Ah... y... pero todo bien ¿no? Porque eso, bueno, ¿al final te lo ha pagado?-
Margaret:- Al final sí pero, oye, cómo se ha puesto la tía... imb...-
John:- Bueno, pues ya está, cuando vayas a comprar vas sin ella y te evitas problemas, o pagas por otra caja. ¿Por lo demás bien?-
Margaret:- Sí, bueno, y tu hermana... es que no cambia... mira que le digo que con ese tío con el que está que no... que no es bueno para nada, que...-
John:- Ya, pero bueno, déjala, si está con él será porque quiere estar con él. Sino, no estaría. Así que si le va a ir mal, le irá, pero tendrá que ver si le va bien o mal. Es ella quien tiene que verlo.-
Margaret:- Bueno... tú todo bien, ¿no?-
John:- Yo sí. Hoy he quitado una mancha en la pared que llevaba 3 semanas y no se iba.-
Margaret:- Qué apañao' eres. Si es que vales para todo hijo.-
John:- Bueno madre, te dejo que iremos a cenar ahora.-
Margaret:- Vale hijo. Me alegra que estés bien. Dale besos a Karen.-
John:- Claro, de tu parte.-

Volvió al salón y vio que Karen hablaba por teléfono.

Pasty:- Qué ha explotado el coche de papa.-
Karen:- ¿¡Pero él está bien!?-
Pasty:- ¡Qué sí! Que ha sido una oveja que se ha subido al capó y entonces ha explotado.-
Karen:- ¿Pero una oveja? ¿Pero estamos tontos? ¿Cómo una oveja va a hacer explotar un coche? ¿Pero no le ha pasado nada a nadie?-
Pasty:- A la oveja.-
Karen imaginó una explosión como la que levantó el coche de Carrero Blanco tres pisos por encima de la carretera:- ¡Pero cómo ha sido!-
Pasty:- ¡Jobar! ¡Pues no sé! ¡El motor echaba humo y fuego, se habrá calentado!-
Karen:- ¿Pero no has dicho que ha explotado?-
Pasty:- Eso me han dicho, que el motor se ha echado a perder, ¡yo qué sé!-
Karen:- ¡Pero eres boba pegándome esos sustos!-
Pasty:- ¿Ves por qué luego no te cuento las cosas? ¡Cómo te pones, maja!-
Karen:- ¡Jobar maja, pero cómo me lo cuentas!-
Pasty:- ¡Bah! Hala, pues que tengas un buen día. Besos.
Karen:- Besos.-

Entra John y ve a Karen con los ojos vidriosos.
John:- ¿Estás bien?-
Karen:- El coche de mi padre ha explotado.-
John:- ¡J*der! ¿Y está bien? ¿Quieres que te lleve...?-
Karen:- No, si no le ha pasado nada a nadie. Bueno sí, a una oveja, pobre.-
En ese momento Karen se echa a llorar. John la abraza, al fin -piensa-, como su príncipe salvador, y le dice:- ... venga, peque, que solo es una oveja...-
Karen se aparta un poco y le mira a la cara:- ¡Ya lo sé idiota! Pero me he asustado mucho por lo que pudiera haberle pasado a alguien de mi familia.-
John vuelve a abrazarla:- Pero no ha pasado nada. Eso es lo importante...- se queda un rato pensando y finalmente dice:- pero, ¿una oveja?-
Karen:- Dice Pasty que una oveja se ha subido al capó y ha explotado.-
John:- ¿Qué el coche ha explotado porque una oveja se ha subido al capó?-
Karen:- ¡Sí, eso he dicho!-
John:- Vale, vale. Pues eso, que no le ha pasado nada a nadie, gracias a dios.-
Y entonces John empieza a imaginarse la escena. Una oveja, va tranquilamente pastando por el verde prado, a la orilla de las eras, y ve el coche azul reluciente con destellos del sol llamándola. La oveja se desvía de la ruta y salta al capó. En ese momento estalla el coche como una mina anti persona y mutila a la oveja. Pero esta vuelve en calidad de oveja biónica, cual terminator, y se sube a otro coche, para conducirlo dirección a la ciudad de John y Karen mientras dice:- "Beeeeis a ver... beeeeis a ver..."-

Karen:- ¿Qué tal tu madre?-
John:- ¿Mi madre? Bien, como siempre.-

Fin.

Nota: Toc, toc no solo alude a la onomatopeya de golpear una puerta de madera, también es una referencia al TOC (trastorno obsesivo compulsivo).

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